Estudio Biblico: Nefilin



       
“Había gigantes en la tierra en aquellos días,  y también después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los hombres y les engendraron hijos.  Estos fueron los hombres valientes que desde la antigüedad alcanzaron renombre”.  Génesis 6:4


Los Angeles

Sin duda este es uno de los topicos que debemos revisar a momento de tocar el tema de los "gigantes" en Genesis 6:4. Interesante como lo es, los ángeles han sido seres de mucha importancia en el cristianismo a través de los siglos.


Algunos teólogos Cristianos han sistematizado sus enseñanzas acerca de la Religión, y han incluido como material de estudio una sección identificada como “angeleología”, la cual, como su mismo nombre indica, es el estudio acerca de los ángeles.


Todo eso claramente indica que el humano siente simpatía, confianza y apego hacia esos seres, porque los mira como invisible compañía y protectores, y parece que ese concepto proviene de las palabras del Salmo 34:7 “El ángel de Jehová  acampa alrededor de los que le temen y los defiende”.



LA NATURALEZA DE LOS ÁNGELES



“¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?” Hebreos 1:14.



Relativamente pocas son las referencias al propósito por el cual Dios creó los ángeles, pero aunque pocas, son suficientes, y debieran ser tomadas en cuenta como límite para evitar que el pensamiento les asigne funciones que en la realidad ellos no poseen.




El siguiente registro muestra al ángel destruyendo Jerusalén porque para eso fue enviado; y sólo se detuvo ante la orden de detenerse. 1 Crónicas 21:15-27.



En el versículo 18 el ángel da una orden, pero no es iniciativa de él sino de su Creador que habló por su medio, así informa el versículo 19. Este segundo ejemplo comprueba que los ángeles están al servicio de Dios, haciendo exactamente lo que él desea que hagan.



¿Dice la Escritura que los ángeles son hijos de Dios?

La interpretación indiscriminada que del relato bíblico se hace es la causa del surgimiento de tanta fantasía “angélica”.



Porque, el recurso inmediato del cual se echa mano es la imaginación, de esa manera, sin que el lector perciba, el registro bíblico se detiene pero la mente continúa creando imágenes y acciones.



Todas esas imágenes discordan de la realidad, al grado que aunque la Escritura no proporcione amplios detalles, el problema queda resuelto cuando la imaginación resuelve dificultades.



El relato de Job,  es un ejemplo de esto: “Un día acudieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios,  y entre ellos vino también Satanás”. Job 1:6.

La opinión teológica generalizada es que estos hijos de Dios, mencionados por el relato, son los ángeles de Dios aunque el Texto Hebreo no dice eso.



El otro texto de Job que es ligado imaginariamente a Job 1:6, es: “Cuando alababan juntas todas las estrellas del alba y se regocijaban todos los hijos de Dios?” Job 38:7 Ninguno de estos dos versos mencionan ángeles porque esta traducción, proviniendo del Texto Hebreo, que registra «benéi Elojim», es correcta. 

El tema es que las traducciones han desvirtuado el verdadero sentido de la Toráh, éstos "hijos de Elohim" «benéi Elojim» han sido traducidos como "hijos de Di-os", lo que ha sido invariablemente tomado como "ángeles".



El Texto sagrado ni siquiera sugiere la posibilidad de que haya "ángeles caídos" 



Lo que sucede es que el término "Elohim" ha sido tomado como Di-os y por lo tanto se asegura que sus hijos son los ángeles. He aquí una muestra clara de porqué no se pueden interpretar los Textos Sagrados con una óptica que no sea judía.



"Elohim" es un término que denota "autoridad", especialmente la que es conferida a los jueces, lo que aplica por supuesto a HaShem, Baruj Hu; pero también aplica a los hombres condiciones los destacan, a quienes tienen un rango superior.



Por lo tanto el término «benéi Elojim» corresponde a los hijos de quienes estaban en eminencia, esto es, personas con autoridad y seguramente muy famosas; de ahí la afirmación "estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre", porque básicamente fueron personas que eran importantes.



Y es bueno tomar en cuenta que se puede ser importante tanto por buenas como por malas acciones; de aquí que el término "gigantes" se refiere a la estatura espíritual, independientemente de si es muy buena o mala.



Y estos hombres fueron realmente famosos por su maldad, o mejor, aprovecharon su condición o rango para hacer lo que no era bueno y por ello corrompieron aquella generación, hasta un punto tal que el Eterno decidió destruirla.


Así como no hay referencias en todo el libro de Job a que el calificativo de hijos de Dios sea referencia a ángeles, así tampoco existen referencias en ningún otro libro de la Biblia. Por lo cual, debiera concluirse que es el pensamiento humano el que desde hace más de dos mil años ha hecho esa identificación.



Siendo de consenso popular que los hijos de Dios mencionados en Job son ángeles, la exégesis Cristiana no ha tenido dificultades para interpretar Génesis 6:4, dando por seguro que los hijos de Dios allí mencionados son ángeles.



Notoria carencia de honesta hermenéutica, por cierto. Ante tan decisiva posición resulta enteramente difícil desviar la atención hacia cualquier otra posibilidad, y lo es porque resulta innecesario establecer otra.



En verdad, el registro bíblico es corto, y tomarlo como base segura para establecer lo que no está declarado es caer en vacíos de interpretación.




“Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también
después que se llegaron los hijos de Dios a las hijas de los
hombres y les engendraron hijos.  Estos fueron los hombres
valientes que desde la antigüedad alcanzaron renombre”.
Génesis 6:4.


  •    El texto se limita a mencionar a los gigantes sin siquiera sugerir su procedencia, y no parece que el relato haya tenido el propósito de atribuirles aspectos sobrenaturales. 
  •    La falta de propósito específico salta a la vista pues ninguno de los siguientes escritores hace referencia a ellos. El relato claramente dice que esos seres ya existían desde antes que los hijos de Dios se unieran con las hijas de los hombres, y que continuaron existiendo después de esa unión. Entonces, la aclaración intenta informar que esos seres no nacieron producto de la unión de los hijos de Dios con las hijas de los hombres. 
  •    El Texto Hebreo recibido, como lo leemos hoy, no es claro para identificar quienes son los varones de renombre: Si los gigantes, o los hijos nacidos de los hijos de Dios con las hijas de los hombres.



Cómo los comentarios distorsionan el texto

La escasa información de los gigantes, proporcionada por Génesis 6:4 ha dado lugar a producir muchos comentarios que al unísono concuerdan que los nefilim fueron hijos de unos ángeles rebeldes que vinieron a la tierra a unirse con las hijas de los hombres para procrearlos. Flagrante distorsión por cierto, ya que con eso se omite el relato del texto inspirado ya leído, en el cual se dice que los gigantes y existían aún antes de que los hijos de Dios se unieran a las hijas de los hombres.



Esto  significa que a alguien en el pasado se le ocurrió distorsionar la interpretación del texto, y a partir de allí, esa distorsión sirvió de base para otros comentaristas.



Se argumenta que esos ángeles vinieron a tomar esposas para engendrar hijos. La pregunta es: ¿Desde cuándo es que ellos poseen voluntad independiente de Dios? ¿Desde cuándo es que los ángeles fueron dotados por Dios para procrear?, ¿De dónde puede tomarse base afirmativa? Porque si el Creador no los dotó de esa capacidad, entonces ¿puede demostrarse por medio de la Sagrada Escritura que ellos poseen el poder de modificarse y cambiar de naturaleza? Porque si ellos son capaces de modificarse entonces el Creador estaría en grave aprieto por no tener control sobre ellos. Semejante cosa nunca ocurre porque él los hizo con propósitos específicos y toda la creación está llena de su gloria sin haber nada excluido.



La Biblia dice:

                                                                         

“Pero los que son tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos,  ni se casan ni se dan en casamiento, porque ya no pueden morir,  pues son iguales a los ángeles,  y son hijos de Dios al ser hijos de la resurrección”. Lucas 20:35-36.



Tremenda aclaración por cierto contra los que imagina a los ángeles con una naturaleza diferente a la que Dios les dio. ¿Por qué las creencias que se aferran a mirar “ángeles humanos” no meditan seriamente en las palabras del Salvador, en lugar de lo cual dan por cierto que los nefilim son hijos de ángeles? ¿Por qué creen en Jesucristo pero no en sus enseñanzas? Porque él ha dicho que los ángeles ni se casan ni pueden morir.



En conclusión, un examen crítico a Génesis 6:2 no puede concluir que los hijos de Dios mencionados allí sean ángeles.



Más bien estos son los descendientes de Set; porque el registro escritural (Génesis 4:26) testifica que su descendencia fue la que se identificó con Dios; esa descendencia fueron todos los patriarcas antediluvianos y sus familias (Génesis cap. 5), uno de los cuales fue Lamec, de quien está dicho

“Y vivió Lamec ciento ochenta y dos años, y engendró [un] hijo; y llamó su nombre Noé, diciendo: Este nos consolará de nuestras obras, y del trabajo de nuestras manos de la tierra, a la cual el SEÑOR maldijo. Génesis 5:28-29.



¡Éstos, excepto Noé y su familia, fueron los hijos de Dios que se unieron a las hijas de los hombres, o sea, a la descendencia de Caín. la Santa Escritura lo menciona:



“Pero como en los días de Noé  así será la venida del Hijo del hombre, pues como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo,  casándose y ando en casamiento,  hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos,  así será también la venida del Hijo del hombre”. Mateo 24:37-39



Las palabras de Jesucristo son una advertencia a su pueblo en los días antes de su segunda venida a la Tierra. Él profetizó que de la manera en que los hijos de Dios, o sea la descendencia de Set, se mezcló con las hijas del mundo, así muchos de su pueblo en el postrer tiempo cometerán el mismo desacierto que producirá resultados desagradables a Dios como sucedió antes del diluvio. Sus palabras: “comiendo y bebiendo” significa que los adoradores de Dios antediluvianos se corrompieron entregándose a la lascivia, lo cual el Señor Jesucristo identifica como cosa impropia a la calidad de gente especial. “Dando en casamiento” inequívocamente señala a padres de la descendencia de Set, dando en matrimonio a sus hijos con las hijas de los hombres enemigos de Dios.

A pesar de toda la explicacion dada hasta ahora algunos se animan a preguntar: ¿porque no hay gigantes ahora?, aqui es donde debemos recordar el uso de «benéi Elojim», ademas que luego tenemos un evento que marco una nueva etapa en la vida del ser humano, estamos hablando del diluvio, la declaración “vino el diluvio y se los llevó a todos” es clara para entender que no hubo sobrevivientes; ni los que estaban comiendo, bebiendo, casándose y dando en casamiento se salvaron.



Mateo 24:37-39 es una clara referencia a lo que estaba sucediendo en el mundo antediluviano, pero no hay ninguna señal de haber sucedido cosas como esas de supuestos matrimonios de ángeles. En fin, la intención de los humanos enemistados con Dios ha sido distorsionar la Palabra Inspirada, para lo cual ponen por escrito ideas extrañas con las cuales intentan alterar lo que Dios ha dicho.

Atte. Ptor. Alfredo E. 

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